Tema de la semana "Cual es tu Propósito de Vida"


Cuál es tu Propósito en la vida.


La semana pasada estudiamos dos pasos para poder entender el propósito de nuestra vida, analizamos el texto del  Pirke Avot que dice “en contra de tu voluntad naces, en contra de tu voluntad vives, en contra de tu voluntad mueres”. Descubrimos que unos de los problemas por los cuales no podemos entender el propósito de nuestra vida es “la falta de percepción del creador”, El logro de tal percepción debería ser nuestro único propósito en este mundo. Es el único objetivo en el cual no debemos escatimar esfuerzos. Solo esta percepción del creador permite al individuo recibir ayuda, salvándole de las calamidades de esta vida y de la muerte espiritual, concediéndole la inmortalidad espiritual.

Este método de búsqueda de la percepción los sabios le han llamado Fe. Esa Luz que colma a la persona, la luz de la conexión con el creador, la luz del a sensación de unificación con Él se llama Or Hassadim, la luz de la Fe.  Sin embargo esta Fe no es una Fe ciega. La ley básica del mundo que  llamamos espiritual se resume en  dos palabras: Altruismo absoluto.

En este mundo somos guiados solo por nuestros razonamientos. En todo lo que hacemos, la razón,  ese cálculo razonable que proviene de nuestro ego, es la base de todos nuestros deseos y acciones. El Pirke Avot dice:

Rabí decía: Cuídate de cumplir tan escrupulosamente el precepto más leve como el más riguroso, pues no sabes cuál es el valor de la recompensa de cada uno. Compara el perjuicio que te ocasiona el cumplimiento de una mitzvá con su recompensa; y el beneficio que te proporciona una transgresión con su castigo.

Nuestra razón calcula la cantidad de placer que esperamos experimentar, y la compara con la cantidad de dolor requerido para esforzarnos en lograr ese placer. Entonces, restamos uno del otro para calcular el costo, y luego decidir sin luchamos por tener placer o escogemos la tranquilidad. Tal acercamiento razonable hacia nuestro entorno es llamado  Fe dentro de la razón.

Cuando alguien actúa sin ningún cálculo del beneficio o costo del esfuerzo, como en el caso del fanatismo o del comportamiento condicionado, estos actos son llamados fe ciega, o Fe por debajo de la razón. La persona que quiere tener una fe por encima de la razón debe adaptarse a la ley básica del mundo espiritual: El altruismo absoluto. Los sabios cabalistas sugieren que experimentemos una transformación dentro de nosotros mismos. Sólo por medio de este acto interno, podemos percibir al mundo espiritual y comenzar a vivir en ambos mundos simultáneamente.  Cada deseo y acción existen en este reino no son dictados por la razón humana o egoísmo, sino por la fe; en otras palabras la percepción del creador.

¿Qué propósito tienen mi vida?, la persona común piensa que vino hace algo en particular y a eso llama propósito, y hasta que no lo logra no estará satisfecho. Para algunos este propósito puede ser culminar una carrera profesional, tener fama, tener riquezas, tener dinero. Pero ¿qué pasa después que completas este propósito?, ¿qué pasa después que culminas la carrera profesional que adquieres dinero?, ¿Qué pasa después de que tienes hijos y un hogar?

Mucha gente pasa la vida triste debido a una herrada expectación de lo que realmente es el propósito de la vida. En una oportunidad un niño viendo a los alpinistas escalar grandes montañas,  se preguntaba ¿si el propósito de escalar la montaña es llegar a la sima porque mejor no usan un helicóptero? No comprendía que el propósito del escalador no es solamente llegar a la sima sino escalar, pasar por todas las dificultades del camino y sobre ponerse a cada una de ellas y llegar a la cima. ¿Qué satisfacción tendría para un escalador llegar a la cima en helicóptero? ¿Dónde quedarían los retos, donde quedarían las dificultades del camino?

Cuando este niño que si hizo la pregunta creció un poco más notó que los que escalaban una montaña volvían a escalar una montaña tras otra y otra así durante toda su vida. Y así comprendió que el propósito del escalador no era escalar una montaña por muy grande que fuese, sino que el propósito del escalador es escalar.  Y así es la vida, el propósito del ser humano es “ser”, el propósito del ser humano es vivir, el propósito de la vida no está en completar una carrera en particular, el propósito de la vida no está en completar una tarea en particular, un propósito en particular porque una vez culmines “X ó Y” tarea querrás una y una más. El propósito de la vida es el camino mismo de la vida, el desarrollo de la vida, enfrentar los retos sobreponerse a ellos, vivir la vida misma.

Finalizamos una tarea e iniciamos otra, no quedamos satisfechos. Si nuestra concepción de felicidad es encontrar el propósito de la vida cuando completamos una tarea en particular, si esa es nuestra expectativa de la felicidad, seremos los seres más infelices en la vida. Porque no fuimos concebidos así, pues el amor no es un destino, el amor es un camino un proceso constante, y así es la vida. Imaginemos que una pareja se casa y un días después de la boda un conyugue le diga al otro “Te amo, he culminado mi propósito”, como se sentiría la otra persona, ¿aquí termina todo?, no puede ser. Amor no es un destino es un camino, es un proceso constante, el propósito del amor esta en amar, amar es un proceso constante. El propósito de la vida lo encuentras cuando aprecias la vida misma, entonces puedes comprender que el propósito de la vida es vivirla, pero por supuesto vivirla con un sentido trascendental no con la expectación de que esta o aquella tarea es el propósito de mi vida.

Ahora ¿Cómo vivir la vida adecuadamente, como vivir la vida trascendentalmente?, obviamente siguiendo la voluntad del creador, pero ¿Cómo sigo la voluntad del creador? La Tefilá, el auto análisis la introspección, el estudio de la Toráh sin duda nos ayudan a lograrlo, pero sobre todo lo más importante es allegarte al Tzadik, porque los Tzadikim son indispensables para este asunto, porque no es teoría sino es práctica. Cuando veos a un Tzadik vemos la voluntad del creador puesta en práctica, porque los Tzadikim son personas que nunca dejan de vivir. Pero sobre todo los Tzadikim es importante conectarse con el Tzadik Iesod Olam.
Momentos antes de la muerte de Rabí Iehoshua de Natzrat se acercaron sus Talmidim mas  allegados preguntándole como vivir la vida verdadera. El Tzadik les dijo: Aní HaDerej, HaEmet vaJaim,  Yo soy el camino verdadero de la vida, en su ejemplo esta la mejor manera de vivir. Acerquémonos al Tzadik e imitemos su ejemplo, la manera en que camino es la única manera de vivir Jaye Olam una vida con sentido que no tenga fin. Entonces comprenderemos que el objetivo de la vida es la vida misma, solamente cuando la vivimos con sentido, un sentido trascendental cuando nos conectamos con el creador y hacemos su voluntad.


1. Basado en Mi Inspiración Diaria, reflexiones sobre la Parashá del Rabino Avdiel Ben Obed. Y del libro Tu Propósito de vida de Miachael Laitman



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