Parasha Semanal

AJAREI MOT / KEDOSHIM
Iojanán bar Moreh

La parashah para este shabat es también compuesta. Ajere Mot y Kedoshim y comprende los versos de Vaiqrá 16:1 a 20:27 La parashah Kedoshim comprende los capítulos 19 y 20 de Vaiqrá y contienen el mandamiento clave de ser santos como el Eterno es santo. La parashah Ajaré Mot (Después de la Muerte) se compone de tres partes. Cada parte corresponde a un capítulo El capítulo 16 trata con el ceremonial de la festividad de Yom Kipur; el capítulo 17 se refiere al sacrificio de animales para el consumo humano; y el capítulo 18 se refiere a moralidad sexual.
Estudiando las miztvot del Eterno nos encontramos en estas parashot con una larga lista de mandamientos. Así tenemos las mitzvot 184 a 211 en la parashah Ajare Mot y las mitzvot 212 a 262 en la parashah Kedoshim Como en las parashot anteriores, vamos detenernos en la primera mitzvah: Mitzvah 184: Prohibición para los cohanim de entrar en el Santuario en todo momento (Vaiqrá 16:2)

Dice el texto:

1. Vaiedaber YHWH el Mosheh ajaré mot shené bené Aharón, beqorbatam lifné YHWH vaiamutu
2. Vaiómer YHWH el Mosheh: daber el Aharón ajija veal iabó vejol et el haqódesh, mibet laparójet el pené hacapóret asher al haarón veló iamut, ki beanán eraeh al hacapóret

1- El Eterno habló a Mosheh después de la muerte de los dos hijos de Aharón,
cuando se acercaron delante del Eterno y murieron.

2. El Eterno dijo a Mosheh: “Habla a tu hermano Aharón que no venga en todo momento al Santuario, al interior del Velo, frente a la Cubierta que está sobre el Arca para que no muera; pues con una nube Yo me aparezco sobre la Cubierta.

El Eterno habló a Mosheh
después de la muerte de los dos hijos de Aharón, cuando se acercaron delante del Eterno y murieron. Hay varias maneras de enfocar este mandamiento que a primera vista como es
enunciado de una manera tan abstracta, prohibición a los cohanim de entrar en el Santuario en todo momento, sin tener en cuenta el contexto, aparece como un mandamiento contradictorio con la función del sacerdote dada por el mismo Eterno, que es entrar en el santuario. O no parece tener razón de ser, arbitrario, o parece demasiado fuerte, pena de muerte, si tal vez navertidamente.se lo quebranta Una primera manera de enfocarlo es teniendo en cuenta el versículo 1 como contexto. De esa manera encontramos el Midrash Torah Cohanim que dice que el Eterno le habló dos veces a Mosheh, pero en el verso 1 no se dice que le dijo.

Esto lleva a que Rashí se pregunte por qué la Torah escribió el segundo enunciado sin previamente haber especificado qué fue lo que Eloha había dicho a Mosheh en el primero. En efecto, el primer versículo especifica cuándo fue que Eloha habló a Mosheh (“después de la muerte de los dos hijos de Aharón”). Sin embargo no especifica qué fue lo que le dijo (Séfer haZikarón) Y ¿por qué la Torah obró así con estos dos versos?. Rashí acude a un midrash1.
Rabí Elazar ben Azariá lo explicó con una parábola: esto puede ser comparado con un enfermo a cuya casa entró un médico. El médico le dijo: “No comas alimentos fríos y no te acuestes en un lugar húmedo”. Después vino otro médico y le dijo: “no comas alimentos fríos y no te acuestes en un lugar húmedo, para que no mueras como murió fulano”. Al decirle esto, es obvio que el segundo médico lo incitó a seguir sus instrucciones mucho más que el primero. Es por la misma razón que en este versículo, la Torah primero declara que Eloha le habló “después de la muerte de los dos hijos de Aharón”, y luego prosigue: “Y el Eterno dijo a Mosheh: habla a tu hermano Aharón. Que no venga en todo momento al Santuario”, es decir, al qodesh haqodashim, detrás del velo [parójet] donde estaba el Arca del Testimonio, donde estaban depositadas las Tablas que Eloha había entregado a Mosheh y su cobertura de oro el [Capóret] Con ello quería advertirle que no entrase para que no muriese como habían muerto sus hijos

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