Lección 4 "Ejad"
LECCION 4
CONCEPTOS
HEBRAICOS
Tema 4 - La
palabra “ejad” en el Shemá[1]
Muchas de las doctrinas que nos
fueron heredas de nuestros padres y maestros cristianos, no son más que
repeticiones de conceptos que fueron introducidos por la tradición
(Cristianismo), con el fin de des judaizarlo totalmente y crear un nuevo pueblo
separado de Israel y el pueblo judío.
En la búsqueda de saber cual es
la enseñanza original hebrea y mesiánista de la Torá, los Profetas, las
Escrituras y los Escritos de los primeros discipulos, he tenido que cuestionar
todo lo que he recibido en la tradición cristiana y ponerlo a una prueba
minuciosa a la luz de las Escrituras entendidas desde una perspectiva hebrea,
no griega. Los 66 libros de la Biblia fueron escritos por israelitas que
entendían las cosas según una mente hebrea, no grecorromana, como en el mundo
occidental donde me he criado. Por esta razón también llegué a cuestionar la
doctrina de la Trinidad, como ha sido expresada según la tradición cristiana en
la cual me había criado.
El
Señor es uno, no tres
Al principio se tiene problemas
profundos con el Shemá, la declaración de fe judía que se encuentra en
Deuteronomio 6:4-9, y que fue sostenida y citada en parte por el Mesías, en
Marcos 12:28-30:
“Cuando uno de los escribas se
acercó, los oyó discutir, y reconociendo que les había contestado bien, le
preguntó: ¿Cuál mandamiento es el más importante de todos? Ieshoshua respondió:
El más importante es: ‘Oye Israel; el Eterno nuestro Elohim, el Eterno uno es;
Y amarás al Eterno tu Elohim con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente, y con toda tu fuerza.’” (LBLA revisado)
Cada mañana y cada noche todos
los judíos fieles confiesan este texto. Además son las últimas palabras que
pronuncian antes de morir. Esta es la declaración judía que está sostenida
calurosamente por cada corazón judío. En este texto no solamente proclaman su
fe y confianza al Eterno, el Elohim de Israel, sino también le reconocen como
el único que es Elohim. No hay ninguno fuera de él, él es uno. Esta es la base
para el verdadero monoteísmo.
El Shemá dice que el Eterno es
UNO. Y como la mayoria venímos de un trasfondo trinitario, esta palabra nos
puede molestar mucho. Tenemos que
reconocer que la Biblia dice que Elohim es uno, no tres, como nos habían dicho.
La palabra hebrea para uno,
“ejad”, no significa “único” –que en hebreo es “yajid”– sino “unidad
compuesta”. Pero al hacer una investigación más profunda del uso de “ejad” en
la Biblia, nos podemos dar cuenta que tiene dos significados, por un lado
significa “unidad compuesta”, y por el otro “unidad singular”.
En Génesis aparece la palabra
“ejad” y su forma femenina “ajat” casi 50 veces. Entre otras cosas habla de: un
día, (1:5; 27:45; 33:13); un lugar (1:9); una costilla (2:21); una carne
(2:24); “uno de nosotros” (3:22); un idioma (11:1, 6); un pueblo (11:6; 34:16,
22); “este único/solitario” (19:9); un arbusto (21:15); un monte (22:2); “uno del pueblo” (26:10);
una sola bendición (27:38); un campamento (32:8 v. 9 en heb.); “un solo día”
(33:13); “un solo pueblo” (34:16, 22); una misma noche (40:5; 41:11); una sola
caña (41:5, 22) un solo significado de dos sueños (41:25, 26); un solo hombre
(42:11, 13); y uno solo de los hermanos (42:13, 16, 19, 27, 32, 33; 44:28).
La palabra “ejad” y su forma
femenina “ajat” son números cardinales. Son las palabras más comunes que se
usan en el idioma hebreo para expresar una unidad. En los textos que hemos
presentado vemos que la palabra es usada para expresar cualquier unidad pero
también más específicamente singularidad, y entonces muchas veces con el
artículo definido “ha” delante, “ha-ejad”. La palabra “yajid” es usada muy
esporádicamente en las Escrituras, sólo dos veces en todo el Jumash
(Pentateuco) y 11 veces en el resto de las Escrituras. Por lo tanto, la palabra
“ejad” es utilizada muchas veces para denotar singularidad, aunque no está
limitado a ello necesariamente. La palabra también puede tener el sentido de
unidad plural, pero entonces con el enfoque sobre la unidad y no sobre la
pluralidad.
Así que, en Génesis se pude
encontrar la utilización de la palabra “ejad” como una unidad compuesta.
Génesis 2:24 habla de que el hombre y su esposa serán “una sola” carne. La
palabra hebrea traducida como “una sola”, es precisamente “ejad”.
También tenemos en Génesis 11:6
y otros textos, varios ejemplos que hablan de “un pueblo”. Esto significa que
la palabra “ejad” puede implicar una unidad compuesta por varias personas.
Entonces surge por supuesto la pregunta si la palabra “ejad” podría implicar
más que una persona en el Shemá.
Durante mi búsqueda de la
verdad sobre este tema, recibí un artículo escrito por el Dr. Lawrence
Duff-Forbes acerca del uso de la palabra “ejad” en Génesis. Una parte del
artículo dice lo siguiente:
“Un Examen del primer libro de Moisés revelará
que las dieciocho citas anteriores son los únicos usos de la palabra ejad —uno,
en ese libro, y un examen imparcial revelará que la palabra ejad se usa para denotar
unidad, la clase de unidad mucho más frecuente en la pluralidad que una unidad en singularidad”.
“El uso principal da una idea clara de
unipluralidad, mientras que la idea de singularidad absoluta inseparable está
desasociada de la palabra casi completamente. Para aquellos que reverencian las
Escrituras como un solo escrito de revelación para el hombre, no es necesario
añadir que no está permitido albergar o retener un concepto de la palabra ejad
que le falte el endoso de la palabra de Dios”.
“Usando sólo el concepto
Escritural de la palabra ejad como una antorcha de iluminación con la cual
examinar el Shemá de Israel, entendemos que cualquier empleo o comprensión de
la palabra que tienda a limitar su significado únicamente a una absoluta singularidad
es una gran tergiversación”[2].
Esto podrá sonar convincente
para una persona que no está tan familiarizada con las Escrituras hebreas como
para revisar por sí misma para ver cómo la palabra es usada. Al hacer una
investigación más detenida uno se da cuenta de que la palabra “ejad” no aparece
en sólo 18 ocasiones, sino en no menos de 23 veces como una palabra solitaria.
La pregunta surge si es correcto basarse en sólo 18 ocasiones de Génesis donde
la palabra “ejad” aparece solitaria, sin artículos y demás, y sólo en su forma
masculina, para poder obtener un entendimiento completo del uso y significado
de la misma. Otra pregunta que surge es si el libro de Génesis es suficiente
para obtener una imagen completa del uso de la palabra. La palabra aparece casi
50 veces sólo en Génesis y casi 900 veces en todo el Tanaj (AT). Ahora, si el
texto del Shemá está escrito en Deuteronomio, ¿no sería una revisión de todos
los lugares donde la palabra aparece en todo el Pentateuco un mejor fundamento
a la hora de sacar conclusiones tan categóricas? Al hacer una investigación más
minuciosa me da la impresión de que el dr. Duff-Forbes haya basado su
evaluación en un fundamento demasiado frágil, con el fin de forzar una opinión
preconcebida acerca del significado y la utilización de la palabra “ejad” en
las Escrituras.
Uno no necesita ir más lejos
que a Génesis para darse cuenta de que el enfoque principal de la palabra
“ejad” no está en la pluralidad sino en la singularidad. Especialmente en las
siete ocasiones cuando aparece “ha-ejad”[3], el significado singular
es el predominante. La palabra “ha-ejad” puede ser traducida como “el único”,
“un único” o “aquel uno”.
La palabra “ejad”, sin artículo
definido, es usada en Génesis 41:5, 22, donde habla de una sola caña, y en 42:11,
13, donde habla de un solo hombre, para destacar la singularidad. Si pasamos a
Éxodo podremos encontrar como la palabra “ejad” es utilizada cuando se habla de
absoluta singularidad, por ejemplo: no quedó ni una sola mosca (8:31); ni un
solo animal murió (9:6, 7); ni un solo saltamontes se quedó (10:19) y no quedó
ni uno solo de los egipcios (14:28).
De esta manera podríamos pasar
por texto tras texto y ver que hay muchísimos ejemplos de cómo la palabra
“ejad” haya sido utilizada para determinar una absoluta singularidad. Ahora,
como ya hay una palabra para “único”, “yajid”, esto nos enseña que en todas las
ocasiones en el Jumash menos dos, el Eterno ha preferido utilizar la palabra
“ejad” antes que “yajid” cuando ha querido señalar una absoluta singularidad.
Aunque sea absolutamente
correcto decir que la palabra “ejad” es utilizada con el significado de unidad
compuesta, no es correcto decir que es su significado principal. Ahora, cuando
la Escritura de una manera especial ha querido señalar singularidad, es
precisamente esta palabra que ha sido utilizada con preferencia antes que la
palabra “yajid”. Esto nos da un indicio de que la palabra no sólo puede ser
entendida sino debe ser entendida así en el Shemá. Así es como el pueblo judío
lo ha entendido durante miles de años. Ellos han predicado al mundo la verdad
del monoteísmo ante el error del politeísmo. Uno se puede preguntar si el
Eterno hubiera utilizado la palabra “ejad” de si mismo si hubiera querido
mostrar al mundo que es más que uno, según el enfoque de los que proclaman la
doctrina de la Trinidad. Al final de todo tenemos que admitir que no está
escrito que el Eterno es tres, sino precisamente uno.
Uno
de nosotros
Vamos a terminar este capítulo
mirando con más detenimiento uno de los textos que antes hemos mencionado
brevemente, Génesis 3:22:
“Entonces el Eterno Elohim
dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el
bien y el mal; cuidado ahora no vaya a extender su mano y tomar también del
árbol de la vida, y coma y viva para siempre.” (LBLA revisado)
Fijémonos en las palabras “uno
de nosotros”, en hebreo “ejad mimenu”.
Si nos situamos en el lado de
los que están a favor de la doctrina de la Trinidad, tendremos que decir que en
este texto, como también en 1:26, se puede ver claramente que el Eterno es más
que uno, porque está hablando en plural. Tendremos que suponer que está
hablando como una personalidad tripartita. Entonces la expresión “uno de
nosotros” significaría una de las tres personas de la Trinidad, preferentemente
el Hijo.
Sin embargo, un problema surge
cuando observamos la palabra “uno”, que en hebreo es precisamente la palabra
“ejad”. Ahora, si un Dios triuno estuviera hablando de sí mismo mencionando uno
de los tres como “uno de nosotros”, ¿cómo podría este uno ser “ejad” si “ejad”
tuviera el único significado de unidad compuesta? ¿No significaba la palabra
“ejad” que los tres son uno? ¿Entonces cómo puede ser utilizada la palabra para
sólo uno de los tres?
Como vemos, el argumento de que
“ejad” sólo significaría unidad compuesta, cae por su propio peso incluso desde
uno de los textos que son utilizados como prueba a favor de la doctrina de la
Trinidad.
Resumiendo este capítulo
podemos decir que el uso de la palabra “ejad” en los cinco libros de Moshé,
muestra que se trata de una unidad singular en primer lugar, más que una unidad
compuesta. El hecho de que el Eterno ha optado por utilizar esa palabra más que
la palabra “yajid” para indicar una singularidad absoluta, nos da un indicio de
que debemos entender la palabra de esa manera cuando es mencionada en el Shemá,
Deuteronómio 6:4-9, que es la confesión de fe judía mantenida por el Mesías Ieshoshua.
Cuando un judío ora, al menos dos veces al día, que el Eterno es uno, no quiere
decir que sea tres, sino precisamente el único y no hay otro junto a él.
Por tanto,
reconoce hoy y reflexiona en tu corazón,
Que el Eterno
es Elohim arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro.
(Deuteronomio
4:39 LBLA revisado)
Yo soy el
Eterno, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Elohim.
Yo te ceñiré,
aunque no me has conocido, para que se sepa que desde el nacimiento del sol
hasta donde se pone, no hay ninguno fuera de mí. Yo soy el Eterno, y no hay
otro.
(Isaías 45:5-6
LBLA revisado)
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