La Gracia
Curso I
Clase I
1.
La
Gracia
Por Oshia Meir
Introducción
Durante muchos años que
profesamos la religión cristiana, esta fue una de las enseñanzas que hemos
recibido y que se impregnaron en nuestras mentes y corazones, obviamente
pensamientos muy equivocados y fuera del contexto de lo que dice la Tora. Para entender mejor debemos analizar estas
palabras y conceptos a la luz de los que
dice nuestro Santo Maestro Iehoshúa.
1.1.
Etimología de la Palabra
1.2.
Hebreo
Jen חֵן
(Hei y Num)
Subjetivamente
(bondad, favor) u objetivamente (belleza):- agraciada, agradar, favor, gracia,
graciosa, misericordia, precioso.
jen
(חֵן), «favor; gracia». La raíz, que significa «favorecer», es un término
semítico común. En arcádico, el verbo enenu («compadecer») está relacionado con
hinnu («favor»), que solo aparece como nombre propio. El nombre hebreo jen está
69 veces, sobre todo en el Jumash (Pentateuco) y en los libros históricos hasta Samuel. Es un
poco más frecuente en los libros poéticos, aunque casi no figura en los libros
proféticos. El primer caso se encuentra en Gén_6:8
«Pero
Noé halló gracia en los ojos de El Eterno».
El
significado básico de jen es «favor». Cualquier cosa «placentera y agradable»
se puede describir con esta palabra. Cuando se dice que una mujer tiene jen, es
porque es «graciosa o agraciada» (Pro_11:16); o el término puede llevar una
idea negativa por asociación (Pro_31:30). Las palabras de una persona pueden
tener «gracia»: «El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar
tendrá por amigo al rey» (Pro_22:11; cf. Sal_45:2).
Jen también denota la
reacción a cualquier cosa «agradable». Los siguientes verbos se usan con este
vocablo: «extender» (Gén_39:21), «dar» (Éxo_3:21) y «hallar» (Gén_6:8). Las
expresiones idiomáticas equivalen en castellano a los verbos «gustar» o «querer»:
«¿Por qué he hallado gracia ante tus ojos, para que tú te hayas fijado en mí,
siendo yo una extranjera?» (Rut_2:10 RVA).
1
.3.En
Griego
χάρις
Cháris
Gracia (como
gratificante), de manera o acción (abstractamente o concretamente;
literalmente, figurativamente o espiritual; específicamente la influencia
divina sobre el corazón, y su reflejo en la vida; incluido gratitud):- merecer
aprobación, aprobar, congraciarte, donativo, favor, gozo, gracia, gratitud,
mérito.
La Iglesia Cristiana
utiliza el texto de Efesios 2:4-8 el cual dice:
“Porque por gracia
habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don
de Dios;”
1
.4.
Explicación
La palabra hebrea Jen
comparte la misma raíz con la palabra hebrea Jesed sin embargo estas no tienen
el mismo significado a la hora de aplicarlas en la Tora. Jen es agraciado mientras que Jesed es
altruismo, dar algo sin esperar recibir algo a cambio.
Cuando el pueblo de Israel
salió de Egipto, no lo hizo por sus propias fuerzas, ni por sus méritos. La Tora
nos describe:
Las grandes pruebas que
vieron tus ojos, y las señales, las maravillas, la mano fuerte y el brazo
extendido con que El Eterno, tu Dios, te sacó; así hará El Eterno, tu Dios, con
todos los pueblos a los que temes. Devarim 26:8
Moshé (Moisés) le dijo
al pueblo: «¡No temáis! Fortaleceos y ved la salvación de El Eterno, que Él
hará hoy por vosotros; porque como habéis visto hoy a Egipto ¡jamás los
volveréis a ver! Exo 14:13
El poder y la valentía
de Dios fue la salvación para mí. Éste es mi Dios y yo Le construiré un
Santuario; el Dios de mi padre y yo Lo exaltaré. Éxodo 15:2
Ellos fueron “Salvados”
de Egipto por Jesed (misericordia) y por
Jen (gracia) pues ellos no lo merecían sin embargo Él Eterno lo hizo por su
nombre como está escrito:
El
Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Inclusive esto que has hablado haré, pues has
hallado gracia en Mis ojos y te he conocido por tu nombre». Dijo él: «Muéstrame ahora Tu gloria». Dijo
Él: «Haré que Mi bien pase delante de ti y llamaré con el Nombre de El Eterno
ante ti; mostraré gracia cuando elija mostrar gracia y mostraré compasión
cuando elija mostrar compasión». Éxodo 33:17-19
Como
podemos ver en estos pasajes fue Él Eterno mismo quien saco a libertad
(Salvación) a Israel de Egipto, no por obras de los Israelitas si no por su
gracia. Esto descarta la falsa doctrina
de que solo en el nuevo testamente existe
gracia y que el antiguo testamente existe la ley.
Entonces
enfoquémonos en el texto que nos ocupa de Efesios 2:4-8, cuando el Rav Shaúl escribió
esta carta tenía en mente un grupo específico, de judíos asimilados (lo veremos
en otros capítulos) a los que se les llamaba helenistas o griegos, por lo tanto
cuando por la fe llegaban al conocimiento del Mashiaj Iehoshua obtenían la
salvación (pasar de un lugar estrecho a un lugar ancho, no es vida después de
la muerte). No que tuvieran vida después de la muerte, si no que eran
liberados, salvos, del sistema y de la vida de pecado (transgresión de la
Tora). Pensemos en esto: ninguno que no tuviera la Torá podría transgredirla,
entonces no está hablando de gentiles que no conocían la Torá si no de
Israelitas asimilados que conociendo la Torá no la cumplían.
Aplicándolo
con un Midrash
Había
un hombre que tenía dos hijos, uno de ellos era sumamente obediente e
inteligente, a este lo amaba mucho y pagaba sus estudios para que fuese un
profesional, este hijo mayor era tan dedicado que su padre no tenía problemas
con él, pero su segundo hijo era un desastre, no era aplicado y era un
holgazán, a menudo le daba dolores de cabeza. Cierto día este hombre decidió
hacer su testamente y al hijo mayor le dejo solamente una librera llena de
libros pero a su hijo menor dejo la casa y todos sus bienes. Entonces su hijo mayor le pregunto, si yo
nunca te he fallado y te he obedecido porque me dejas solo la librera, El
hombre contesto: Hijo tu no necesitas más que seguir leyendo y prepararte más,
sin embargo tu hermano vendrá arrepentido de la vida que lleva y solo tendrá esta
casa para poder vivir.
Tú
tienes tu mérito propio y te he dado lo que te corresponde pero tu hermano no
tiene mérito propio y yo he decidido dárselo gratis.
De
la misma manera el Santo Bendito es, otorga aquel que no tiene mérito propio la
salvación gratis, es decir por pura gracia, como está escrito: “Yo Hago gracia
a quien hago gracia”
Conclusión
La
capacidad para creer y obedecer al mensaje de la redención es un regalo del
Eterno a todos los hombres; si así no fuese, nadie podría creer y obedecer lo
que no ha visto ni puede palpar con su propia mano. Aunque podríamos estar muy
acostumbrados a la idea, la realidad es que la fe es un milagro tan
extraordinario, que a menos que el Eterno lo conceda, el hombre jamás podría
alcanzarlo por sí mismo. Por lo tanto ninguno puede jactarse de nada, ni
siquiera de creer y obedecer el mensaje, porque todo proviene del Padre, que es
bueno y misericordioso y no quiere que nadie se pierda. Como en la historia de
Israel en Egipto la enuma fue dada de parte del cielo para permanecer fieles a
la promesa, aun cuando los Israelitas no querían salir por si mismos (por sus
obras) fue una obra (Jen) del Eterno en
su infinita bondad (jesed)
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